Friday, May 23, 2008

Cilindro de Avellaneda, Buenos Aires


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Anonymous said...

Racing sufrió pero sigue en Primera
El conjunto dirigido por Juan Manuel Llop se impuso por 1 a 0 ante el conjunto cordobés con gol de Maximiliano Moralez, a los 10 minutos del primer tiempo. La «Academia» convirtió en el momento justo y la pasó mal ante un rival que no tuvo suerte a la hora de definir.

El partido se jugó en el estadio de Avellaneda, en el que estuvieron presentes 50 mil personas, con un mal arbitraje de Sergio Pezzotta.

Esta vez la diferencia entre Racing y Belgrano no fue tan contundente a favor de la Academia como sucedió en Córdoba, pero eso a sus hinchas poco les importó, sobre todo en los minutos finales, que se sacaron de encima toda la angustia vivida en los últimos tiempos.

Belgrano perdió su chance de ascender a primera en Córdoba, donde su entrenador, Mario Gómez, en forma insólita salió a defenderse y no pudo revertir esa historia en la cancha de Racing.
Por ser un partido definitorio, una final, se sabía que sería un encuentro con dos equipos muy nerviosos y atados, sobre el todo en el comienzo. Esa especulación previa se cumplió en los primeros cinco minutos, en los que no pasó absolutamente nada.

Racing era un cúmulo de nervios, con jugadores e hinchas atados a sus temores, por todo lo pasó en la previa y porque su historia marca que prácticamente nada lo consigue sin tener que sufrir. Y los corazones racinguistas se paralizaron cuando a los 9 minutos Matías Gigli, el verdugo en la noche del miércoles pasado, quedó mano a mano con un dubitativo José Luis Martínez Gullotta, pero esta vez el delantero no acertó y su disparo se fue rozando el palo derecho del arquero.

La tarde parecía venir muy mal para los de Avellaneda. Pero en la jugada siguiente se puso en ventaja, a través de Maximiliano Moralez, quien quedó solo con el arquero luego de una excelente asistencia de Facundo Sava, para definir con categoría, estableciendo el 1-0.

A partir de la ventaja Racing se afianzó en el mediocampo, sobre todo por un gran trabajo de Matías Sánchez y Claudio Yacob, con Moralez muy movedizo, más el ida y vuelta constante por derecha de Roberto Bonet.

Sin embargo, con centros y pelotazos, más un montón de faltas que Pezzotta, quien en el primer tiempo como se dice en la tribuna, cobró todas las divididas para Belgrano, los cordobeses generaron peligro ante un inseguro arquero de Racing.

Racing se paró de contra, retrasándose casi sin sentido, y sólo tuvo una chance muy clara para aumentar en los pies de Bonet, pero el volante paraguayo definió mal ante la salida de Juan Carlos Olave, quien le tapó su disparo enviando la pelota al corner.

Sobre el final del primer tiempo el equipo dirigido por Mario Gómez, que tuvo en sus delanteros y en Federico García lo mejor del equipo, estuvo a punto de empatar: como en toda la tarde salió mal Martínez Gullotta y Gigli, de cabeza, hizo estrellar la pelota en el travesaño, picando después en la línea y en el rebote, de media vuelta, Berza remató por sobre el travesaño.

Así se fueron los primeros 45 minutos, con Racing sufriendo, con Belgrano esperanzado en poder revertir la historia en el segundo tiempo.


En el segundo tiempo Belgrano salió con más decisión, parándose unos metros más adelante en la cancha, tratando de aprovecharse de los nervios de los jugadores de Racing.

Antes de llegar a los diez minutos Gigli tuvo su tercera oportunidad clara de gol, luego de otra gran jugada de Matías Suárez, pero el delantero envió la pelota por sobre el travesaño.

Desde el momento, pese a que Olave le sacó un cabezazo a Sava, todo pasó a ser nervios, con Racing de contra y Belgrano perdiendo algunas situaciones insólitas, como una que tuvo Bustos, que sin arquero se tropezó cuando tenía el empate servido.

Racing no pasó más sobresaltos que esas esporádicas situaciones de gol a favor de Belgrano, que llegaron no por méritos del equipo que venía de salir cuarto en el Nacional B, sino por producto de errores del fondo de Racing, sobre todo de los juveniles Gullota y Mercado.

Llop hizo ingresar al experimentado «Chanchi» Estévez, quien junto con Sava le dieron respiro a los hinchas de Racing aguantando el balón lejos del arco de Martínez Gullota.

En los minutos finales los locales tuvieron contraataques para definir el pleito pero Racing, fiel a su historia, para festejar tuvo que sufrir, por eso se entiende el deshaogo final de su hinchada.

Bayón